Si crees que esta nada tiene que ver con la realidad de tu trabajo diario, te sorprenderá saber que no es así. De hecho, es muy probable que ya estés usando algunas de sus herramientas en tu explotación. La agricultura 4.0 cada vez está más presente, y ha llegado para quedarse.
Agricultura 4.0: un paso más allá de la agricultura de precisión. La agricultura 4.0 supone un escalón más en la agricultura de precisión. Por eso, estas dos metodologías están estrechamente relacionadas. La agricultura de precisión está basada en el uso de tecnología digital para medir los parámetros que condicionan un cultivo (como la climatología, la composición del suelo o las necesidades hídricas), y así poder tomar decisiones más eficaces.
La agricultura 4.0, por su parte, va un paso más allá. ¿Cómo? En dos aspectos fundamentales:
Agrupando toda la información recopilada y poniéndola a disponibilidad del agricultor en Internet (en la nube). Interrelacionando las variables de las cadenas de producción, transformación y tendencias del mercado. Interconectando la tecnología que se usa en el campo.
¿Qué tecnologías han permitido llegar a la agricultura 4.0?
Sensores: sirven para tomar datos en el campo.
El IoT (Internet of Things): cuando hablamos de IoT nos referimos a la tecnología que permite conectar diversos dispositivos con Internet.
Cloud: una vez que los datos han sido recopilados, gracias a los sensores, y enviados a la red, gracias al IoT, el tercer paso consiste en el almacenamiento, el procesamiento y la accesibilidad de toda la información.
Big data: los macrodatos o big data son la clave para extraer la información más relevante de todos los datos recopilados.
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